lunes, 26 de septiembre de 2016

CONFESIONES DE UNA MADRE:TALLER DE VOLUNTARIADO CON PROTECTORA DE ANIMALES

Ya se acabaron las vacaciones y supongo que la gran mayoría de vosotras habéis podido disfrutar de la familia y desconectar de la rutina diaria.
Os confieso que yo he tenido mucho tiempo para pensar y durante todos estos meses, mi cabeza se ha llenado de nuevos proyectos porque lo que tenemos muy claro, mi compañera y yo, es que el proyecto debe madurar. No podemos quedarnos estancadas en la resolución de las necesidades puntuales, ya que por las razones que sean aquí, en nuestro barrio, hay pocas peticiones y por el contrario, muchas ganas de ayudar.
Ya desde el curso pasado os venimos hablando de nuestra inquietud por formar talleres de voluntariado porque como madres, somos conscientes de que cada niño que se educa en la solidaridad y la empatía, será en el futuro un adulto excepcional.
¿Nunca habéis pensado que las ideas de un niño, precisamente por su sencillez, pueden ser las mejores del mundo? ¿y que la fuerza con que un niño defiende aquello en lo que cree supera la de los mayores? pues yo sí, porque los niños se mueven por el corazón y no se rinden cuando hay impedimentos. 
Los niños tienen un ímpetu muy especial, estamos convencidas de ello y por eso, hay que brindarles la posibilidad de vivir el voluntariado desde dentro, no desde fuera y aunque reconozco que en un primer momento teníamos pensado otro tipo de actividad, al final hemos decidido arrancar con algo que despierte su interés. Y salvo excepciones por culpa del miedo, ¿a qué niño no le gustan los animales?
Nuestro primer taller de voluntariado tiene como objetivo ayudar a una protectora de animales. Si conseguimos que nuestros hijos se preocupen por aquellos que han sido abandonados y maltratados, seguramente será algo que no repitan nunca.
Esta protectora nos pide cualquier cosa de nuestras mascotas que pensásemos tirar por vieja o por haber quedado ya pequeña (transportines, correas, cadenas....) pero sobre todo, mantas, toallas o colchas viejas. Es urgente, porque se acerca el invierno.
Cuando el taller finalice aquellos niños voluntarios que así lo deseen podrán entregar las donaciones a la protectora y ésta les dará una charla muy amena sobre cómo funciona, sobre sus animales y lo más importante de todo, la responsabilidad que conlleva tener una mascota. Para nosotras, es toda una lección de vida.
Os agradecemos de corazón toda la ayuda que nos podáis brindar y para cualquier duda, poneros en contacto con nosotras.


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